Proyecto Brainstorm (1983)

Proyecto Brainstorm es un thriller de ciencia-ficción que nos presenta el sorprendete invento de dos científicos, una máquina capaz de transimitir sensaciones, sentimientos y conocimientos entre seres humanos. Consiste en un artilugio que se coloca en la cabeza de una persona y que tras unos segundos extrae esta información para después colocarse en la cabeza de un segundo individuo de tal forma que éste vive las experiencias del primero como si fuese él mismo, una pasada. Como es de esperar, el proyecto tiene un gran éxito al desarrollarse múltiples aplicaciones (aprender a pilotar cazas de combate, conocer los sentimientos de otras personas, conducir coches de carreras, protagonizar situaciones subiditas de tono...). Este éxito hace que el gobierno de EEUU quiera controlar el proyecto con unos fines que no aceptan los dos científicos y que desembocará en una persecución contra éstos.

La cinta no es muy conocida, pero eso no niega su calidad, la historia parece obra del mismísimo Isaac Asimov. Las interpretaciones son bastante buenas, pero hay una que brilla con luz propia, la de Christopher Walken. Reconozco que nunca me había gustado este actor, de alguna forma le tenía manía. Le había visto en "El cazador" y en "Batman Vuelve", y la verdad es que me daba un aire de chulo y chiflado (muy posiblemente por los papeles que interpretaba) que odiaba. Pero en esta película se sale, tiene un expresividad increíble, llega a reflejar todo con su gesto, sin necesidad de utilizar palabras. Sin duda, lo mejor de la película.

Respecto a los apectos estéticos, aviso que no hay grandes efectos especiales, incluso, cuando comienzas a ver la película te puede parecer algo cutre, por su visión del "futuro". Para mostrarnos los resultados de la máquina se recurre a grabaciones en primera persona, muchas de ellas impresionantes. Resulta extraño que la música es practicamente inexistente en la primera mitad de película, y sólo se emplea en la segunda, para remarca las escenas de tensión. Hay que decir que la cinta tiene un final abierto, casi diría que truncado, seguramente debido a que la actriz  Natalie Wood falleció en circunstancias extrañas durante el rodaje.